El arte de LeBron James venenciando vino durante una escapada a España

El alero de los Lakers visitó varias bodegas e hizo catas durante una visita relámpago.

La llamada de aviso llegó hace meses, pero en las Bodegas Díez-Mérito no supieron hasta principios de la semana pasada que nada menos que LeBron James se iba a pasar a hacerles una visita. Y el viernes, directamente desde sus vacaciones en Córcega, la estrella de los Lakers se plantó en Jerez de la Frontera para dar rienda suelta a una de sus pasiones, el vino.

Cuenta Salvador Espinosa que aquello fue tan privado como pudo ser. Hasta que el domingo empezaron a circular imágenes por las redes de LeBron y todo se disparó. Porque la visita fue exprés, apenas unas horas en el sur de España, acompañado de su esposa y de su socio, Maverick Carter. El alero, también en primera plana este verano por el estreno de ‘Space Jam 2’, no sólo mostró una educación exquisita y mucha simpatía con los empleados. Lo que más sorprendió fueron sus conocimientos en la materia. «Sabe mucho de vinos y de espirituosos, es un experto», cuenta el director general de Bodegas y Viñedos Díez-Mérito.

El tour vinícola de LeBron comenzó a mediodía del viernes en El Puerto de Santa María. Allí visitó el Castillo medieval de San Marcos y después tomó una copa de amontillado en las bodegas El Castillo, donde firmó una de las botas, según desvela El Diario de Jerez. También se le vio venenciando (o intentándolo), en unas imágenes que se han hecho virales. A continuación, se desplazó hasta las Bodegas Lustau, en la calle Arcos de Jerez.

Y, para terminar la experiencia de enoturismo, acudió a la histórica bodega El Cuadro (data de 1810), del grupo Díez-Mérito. Allí, su principal interés no sólo fue el vino. «Flipó con los brandies», afirman quienes estuvieron presentes en la cata. Porque el Brandy de Jérez no es tan conocido en EEUU, donde predomina el coñac. LeBron probó brandies de entre 15 y 50 años (y se llevó varios a EEUU) y, para terminar, una comida con productos típicos preparada por El Faro. «Alucinó con el atún de Barbate, el jamón ibérico Joselito, el gazpacho y las tortillitas de camarones», describen. Aunque el problema llegó con el arroz.

A LeBron y su séquito el tiempo se les echó encima, porque el avión privado que le devolvía a EEUU no podía aguardar más en el aeropuerto de Jerez. La solución, llevarse la paella para disfrutarla durante el trayecto. «La paellera aterrizó en Los Ángeles», cuentan.

Bien conocida es la pasión de LeBron James por el vino y los espirituosos. Y no es la única estrella de la NBA entregada a la causa. Es socio de la empresa de tequila mexicano Lobos y tiene una bodega en su casa de Los Ángeles. Y también presume. Incluso rozando la provocación, como cuando a finales de 2018, de baja por lesión, se presentó en el Staples para el ‘derbi’ contra los Clippers con una copa de tinto en la mano. Durante las pasadas navidades, para celebrar una de las victorias de los Lakers, apareció en sus redes sociales con una de las joyas de la corona de la Ribera del Duero, una botella de Vega Sicilia Único 2006, cuyo precio supera los 500 euros.

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