Talibán ordena a conductoras de TV ocultar su rostro

La orden llegó en un comunicado del Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio de los talibanes, encargado de hacer cumplir las normas del grupo.

Los gobernantes talibanes de Afganistán ordenaron a todas las presentadoras de los canales de televisión que se cubran el rostro cuando estén al aire, informó el jueves el medio de comunicación más importante del país.

La orden llegó en un comunicado del Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio de los talibanes, encargado de hacer cumplir las normas del grupo, así como del Ministerio de Información y Cultura, según informó el canal de noticias TOLOnews en un tuit. El comunicado calificó la orden de “definitiva y no negociable”, según el canal.

El comunicado se envió al Grupo Moby, que es propietario de TOLOnews y de varias otras cadenas de televisión y radio, y el tuit decía que se aplicaba también a otros medios de comunicación afganos.

Un directivo de un medio de comunicación local afgano confirmó que su estación había recibido la orden y que le habían dicho que la decisión no estaba en discusión. Habló con la condición de que ni él ni su medio fueran identificados por miedo a tener problemas con las autoridades.

Varias presentadoras y conductoras publicaron sus fotos en redes sociales que mostraban sus rostros cubiertos con mascarillas durante la transmisión de programas. Una de las presentadoras más destacadas de TOLO, Yalda Ali, publicó un video de ella misma colocándose una mascarilla con una leyenda: “Una mujer borrada, por orden del Ministerio de la Virtud y el Vicio”.

En un canal, Shamshad TV, la aplicación de la orden fue desigual: Una presentadora apareció con una mascarilla el jueves, mientras que otra, más tarde, no se cubrió y mostraba su rostro.

Durante el primer periodo de los talibanes en el poder, de 1996 a 2001, impusieron restricciones abrumadoras a las mujeres, exigiéndoles el uso del burka, que les cubre incluso los ojos con una tela de malla, y prohibiéndoles la vida pública y la educación.

En agosto, cuando volvió a tomar el poder en Afganistán, el Talibán parecía haber moderado un poco sus restricciones, anunciando que no había un código de vestimenta para las mujeres.

Sin embargo, en las últimas semanas han tomado un giro brusco que ha confirmado los peores temores de los defensores de los derechos humanos.

A principios de este mes, el Talibán ordenó que todas las mujeres que estén en público lleven vestimenta que las cubra de pies a cabeza y que sólo deje visibles sus ojos.

Este decreto establecía que las mujeres debían salir de casa sólo cuando fuera necesario y que los familiares varones se enfrentarían a un castigo por las infracciones del código de vestimenta de las mujeres, que empezaría con citatorios y llegaría hasta audiencias judiciales y la cárcel.

El dirigente talibán también promulgó un decreto que prohíbe a las niñas asistir a la escuela después del sexto grado, revirtiendo las promesas anteriores del Talibán de que se permitiría la educación de las niñas de todas las edades.

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