Los fans de Marilyn Monroe acusan a Kim Kardashian de haber roto el icónico vestido de la actriz

La aparición de Kim Kardashian, de 41 años, en la pasada gala del MET con el impresionante vestido que llevó Marilyn Monroe cuando cantó aquel histórico “cumpleaños feliz” al presidente de Estados Unidos John F. Kennedy sigue dando muchísimo que hablar. La polémica por el hecho de que la socialité se pusiera el traje que estaba expuesto en un museo y es un objeto que requiere una delicada conservación no cesa, aunque haya pasado ya casi un mes desde entonces. Las críticas siguen arreciando y ahora una cuenta de redes sociales, The Marilyn Monroe Collection, gestionada por uno de los mayores fans de la icónica actriz ha mostrado varias imágenes con las que trata de demostrar que el vestido efectivamente sufrió daños. Scott Fortner, historiador y que se define como el coleccionista de objetos de la actriz más importante del mundo, ha mostrado varias fotos tomadas, como dice, en el museo Ripley’s Believe or not donde regresó tras la gala (está expuesto en dicho edificio desde 2016).

Este fan pregunta a los responsables del museo si valió la pena prestarlo, mientras acompaña el comentario de un montaje en el que se ve el antes y el después del traje. En la foto más reciente se aprecia que faltan algunos brillantes de los que llevaba cosidos y un pequeño daño en la tela, que se ha abierto al lado de la cremallera. Los seguidores de la cuenta han respondido manifestando su disgusto al ver las imágenes, asegurando que es una pena que esto haya ocurrido. Sin embargo la respuesta de la socialité no ha tardado en llegar, pues fuentes cercanas a Kim aseguran que el vestido no sufrió ningún daño durante esta fiesta y que las fotos son falsas. Las mismas fuentes apuntan a que el traje ya parecía haber sido vestido por alguien antes de que el museo lo comprara y que Kim Kardashian solo lo llevó puesto unos 15 minutos.

Una contundente respuesta que llega después del intenso revuelo que sacudió la alfombra roja al ver llegar a la conocida socialité con uno de los vestidos que forma parte ya de la historia popular de Estados Unidos. El hecho de que sea una pieza de museo y que Kim admitiera que había hecho una estricta dieta para perder siete kilos y así ponérselo, unido al detalle de que finalmente no pudo cerrar al completo la cremallera, no hicieron sino aumentar las críticas. La profesora de Historia de la Moda en el Fit, Justine De Young, tachó su decisión de «irresponsable e innecesaria», mientras que Bob Mackie, el diseñador que dibujó el boceto para la actriz sobre el que luego trabajó Jean Louis, responsable del resultado final, en 1962, también la criticó. Según dijo a Entertainment Weekly, pensó que era «un gran error» que Kim Kardashian se lo pusiera: «(Marilyn) era una diosa. Una diosa loca, pero una diosa. Era simplemente fabulosa. Y fue hecho para ella. Fue diseñado para ella. Nadie más debería ser visto con ese vestido”.

En este sentido se había pronunciado ya el historiador Scott Fortner, que aseguró que la mítica actriz quería una prenda que solo ella pudiera lucir. “Cuando Marilyn supo que cantaría en la fiesta de cumpleaños de Kennedy, le dijo a Jean Louis: ‘Quiero que diseñes un vestido verdaderamente histórico, un vestido deslumbrante que sea único. Uno que solo Marilyn Monroe pueda usar”. Para ello la intérprete habría posado desnuda mientras la tela (una gasa soufflé del color de su piel importada de Francia) esculpía su cuerpo. Un comunicado de prensa emitido por el museo que lo conservaba recalcó tras la controversia que no se habían hecho modificaciones en el vestido y que, después de posar ante los flashes, Kim Kardashian se cambió y se puso una réplica.

Comparte