Este es el hábito que debes evitar si sufres insomnio
Utilizar pantallas antes de dormir está «muy interrelacionado» con graves problemas de sueño, pero lo hace el 76 % de los adolescentes europeos y hasta un 86 % admite dormir con el dispositivo al lado. «Es grave y serio porque usar pantallas justo antes de dormir provoca un problema a nivel cerebral», afirma Ana Teijeira, neurofisióloga clínica del Hospital Universitario de Toledo.
En la infancia, sobre todo en los primeros años, el cerebro está en constante desarrollo «y el sueño es importante para poder consolidar el correcto funcionamiento y la madurez cerebral», de modo que el sueño «de buena calidad» en niños y adolescentes «no solo es importante para que al día siguiente estén descansados y puedan rendir, sino que es muy importante para que el cerebro madure».
Las necesidades de sueño varían con la edad: un recién nacido pasa más de la mitad del día durmiendo; los niños pequeños necesitan una siesta diurna «para continuar con el proceso de madurez cerebral y de correcto descanso»; el adolescente necesita, aproximadamente, una hora más de sueño que el adulto; y el adulto debe dormir unas ocho horas, aunque hay un porcentaje pequeño de población que requiere más horas o menos para conseguir un correcto descanso.
Esto provoca un «retraso de fase», o sea empiezan a dormir más tarde pero deben despertarse a la misma hora, con lo que duermen menos y al día siguiente están «mucho más cansados» y presentan problemas de atención en la primera y segunda hora de clase.
Teijeira ha recalcado que, «de por sí», el adolescente ya tiene un retraso de fase «natural» -tarda más en dormir que el adulto-, lo que unido al retraso «artificial» por el uso de pantallas supone un problema «que podemos corregir».
Rutinas para dormir
La mayoría de los problemas de cansancio o insomnio que tienen los chicos y chicas que acuden a consulta se debe a malos hábitos, con lo que es «relativamente sencillo» explicarles algunas rutinas, nocturnas y diurnas, para mejorar el sueño. Entre ellas destacan:
- Evitar el uso de pantallas (móvil, tableta, ordenador) un par de horas antes de acostarse para no tener una sobreexposición a una luz intensa.
- En esas dos horas previas a dormir, procurar no hacer tareas excesivamente exigentes a nivel cognitivo (estudiar) porque el cerebro está demasiado activo como para iniciar el sueño.
- Evitar actividades físicas intensas que provoquen acabar exhaustos y con exceso de energía.